Murcia: la historia que nos robaron

Antes de comenzar a leer esta entrada, queremos dejar claro que el equipo de Ad Absurdum no tiene absolutamente nada en contra del nacionalismo de ningún tipo, ni prejuicio alguno hacia Cataluña. Sin embargo, sí que estamos decididamente en contra del uso político de la Historia, así como de su deformación y manipulación.

Hace algún tiempo conocimos un vídeo en que el historiador y secretario de la Asamblea Nacional de Cataluña, Víctor Cucurull, ofrece una conferencia durante la cual argumenta que la historia del pueblo catalán ha sido robada, y comenta una serie de ejemplos que pueden parecer (y son) disparatados. En Ad Absurdum nos hemos propuesto hacer un ejercicio por el cual, sus propios argumentos nos servirán para convertir cualquier territorio en nación con fundamento histórico. Iremos comentando algunos de sus ejemplos y los aplicaremos a Murcia por ser nuestro lugar de origen, y el que mejor conocemos, pero les invitamos a probar lo mismo con su localidad, comunidad autónoma o comunidad de vecinos.

Soberanía y “colonización cultural”

El lenguaje es una de las cosas más importantes para el estudio de la Historia, un historiador debe saber emplear con propiedad el lenguaje y no usar a la ligera determinados conceptos: reino, soberanía, nación, patriotismo… Cucurull nos dice que Cataluña fue soberana desde el año 987 hasta 1714, obviando por completo al Reino de Aragón. Pero circunscribámonos a su discurso: si los años de “soberanía” son justificante, Murcia fue soberana en tres momentos de su historia: la primera con la Cora de Tudmir, cuando se firma el pacto de Teodomiro (713) y los territorios que hoy comprenden Murcia y la Vega Baja del Segura son respetados por los musulmanes durante su conquista de la península; la segunda ocasión durante la Taifa de Murcia (1ª taifa 1078-1091, 2ª 1147-1172 y 3ª 1228-1243); y la tercera ocasión con el Reino de Murcia, de 1258 a 1833 (si la Corona de Aragón no cuenta para Cataluña, la de Castilla no cuenta para Murcia, y menos cuando nosotros sí que éramos un reino).

Si se realiza la suma, Murcia habrá sido soberana prácticamente el mismo tiempo que Cataluña, pero además, con sustanciales diferencias: Murcia fue Taifa y Reino (oficialmente), Cataluña no; Murcia no fue conquistada por los musulmanes gracias al pacto de Tudmir y mantuvo durante la dominación musulmana una entidad propia; sin embargo, sí fue violentamente sometida por las Coronas de Castilla y de Aragón, así como “colonizada cultural, lingüísticamente, etc.” por aragoneses, CATALANES y castellanos, empleando los términos que Cucurull utiliza para referirse a la colonización de Castilla sobre Cataluña.

La grandeza de Roma tiene su origen en Cataluña

Cucurull atribuye la grandeza de Roma a Cataluña, pero no sabemos los motivos que lo mueven, quizás tenga razón y todo, pero desde Murcia tenemos algo que decir: cuando se fundó la ciudad de Roma, buena parte de la ciudad se puso sobre un valle que fue el origen de la civilización a la que tanto debemos; aquel valle se llamaba Vallis Murciae, el Valle de Murcia ¿casualidad? No lo creemos… ¿podría estar el origen de Roma en Murcia y no al revés?

Cristóbal Colón no partió de Palos, sino de Pals
Así de claro lo deja el historiador, pero en Murcia lo tenemos claro, si se trata únicamente de una cuestión de nombre, tantas posibilidades hay de que el descubridor de América partiese de Palos, Pals o del Cabo de Palos. A nosotros nos vale igual.

La antigüedad como legitimación
Otro argumento que se suele emplear como legitimación de cualquier cosa es la antigüedad, y a menudo esto también suele ser un error: Cucurull llega a afirmar que la mítica Tartessos está en Tortosa, está claro, el nombre no deja rastro de duda..., probablemente este fue uno de los argumentos que más sesudamente elaboró, pero los murcianos también tenemos algo que decir aquí: Totana. En Totana tenemos La Bastida, una ciudad con edificios que muestran una organización social y política compleja, asociados en las últimas investigaciones a un edificio hallado en Pliego al que se ha atribuido una funcionalidad de sede parlamentaria. Si Cataluña se remonta al I milenio a. C., los murcianos se pueden remontar al III a. C.

Personajes

Otro mítico argumento esgrimido en estas situaciones es el atribuirse personajes a la propia nacionalidad. Para Cucurull Santa Teresa de Ávila es en realidad de Barcelona, Cristóbal Colón también... Para él Cervantes también lo era, pero ¡eh! Para ser catalán bien que conocía a la posadera de Alguazas (Murcia), que tan bien la describe en su Quijote... a ver si iba a ser murciano también... Y... ¡dice que Ignacio de Loyola era de Orihuela! ¡Cuidao! Sabemos que en la mente de una persona como Cucurull Orihuela es Cataluña, pero en la de cualquier historiador Orihuela es Murcia. Orihuela, que fue capital de la Cora de Tudmir y que en la actualidad tiene un porcentaje de valencianohablantes inferior al 10% a pesar de los esfuerzos de la Generalitat Valenciana puede ser de todo menos territorio catalán. Por ahí sí que no pasamos, y si Ignacio de Loyola es oriolano, nosotros que lo celebramos.

Ahora nos hablan de capitalidad compartida para contentarnos a todos, a nosotros nos parecería bien siempre que la capitalidad la compartiesen Toledo y Mérida, en cualquier caso, Murcia ya inventó ese sistema hace tiempo y así nos fue...
Pero ¿y si seguimos? Existe mucha historia oculta, historia que nos robaron a los murcianos y que quizás al propio Cucurull le convenga ocultar: ¿acaso nadie se ha fijado que la bandera de la Región de Murcia tiene siete coronas? Siete... siete son los días de la semana, los sabios de Grecia, las notas musicales, los brazos de la menorá, los enanitos, las colinas de Roma... ¿casualidad? Nosotros no creemos en las casualidades. ¿Podría ser Murcia el origen de la música, la religión judía, la cultura griega y romana, y de la factoría Disney a la vez? Es más, Víctor Cucurull tiene catorce letras, dos veces siete, otra vez el siete...

En fin, esperamos no haber herido ninguna sensibilidad, y por supuesto es obvio que todo cuanto hemos dicho aquí es disparatado (o no); tan sólo apelamos a la profesionalidad de los historiadores para velar por el rigor y la objetividad y que no participen de la manipulación con fines políticos ni en Badajoz, ni en Cataluña, ni en Castilla, ni en Murcia ni en España. Sobre todo en Badajoz.

Jesús le contestó: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete."

Mateo 18:22

------

APOYA A AD ABSURDUM:

Si lees nuestro blog, escuchas los podcast o sigues nuestra actividad de la manera que sea, y además resulta que te gusta, puedes apoyarnos ahora mejor que nunca adquiriendo nuestra nueva obra, Historia absurda de España (pincha en el título para saber más). 

Por cierto, ahora también te puedes apuntar a nuestra lista de correo para que te lleguen todas las entradas y algunas que otras sorpresas (en la columna de la derecha, arriba).

¡Gracias!