¿Quién fue Lukanikos?

Recientemente un perro llamado Excálibur se hizo tristemente célebre sin haberse propuesto nada para lograrlo. Y es que son pocas las ocasiones en que un perro tiene la oportunidad de dar su salto a la fama y pasar a formar parte de la Historia, sin embargo hoy os vamos a hablar de un perro que supo encontrar el momento y ya forma parte de la historia de la Grecia del siglo XXI: Lukanikos.


Hace algunos años, con motivo de los recortes llevados a cabo por el gobierno griego en plena crisis económica, Grecia estalló en una serie de protestas y disturbios que sacudieron la ciudad de Atenas durante meses. 

Algunos avispados, desde el exterior, ya se percataron de un motivo que se repetía una y otra vez en las imágenes transmitidas por televisiones y periódicos: un perro callejero marrón con collar azul que aparecía constantemente del lado de los manifestantes. Mientras el animal pasaba más o menos desapercibido para el resto del mundo, en Grecia ya se había convertido en todo un símbolo y bautizado como Lukanikos.

Antes de las manifestaciones, Lukanikos había sido un perro sin nombre que vagaba por las calles de Atenas en busca de comida, pero con el comienzo de los disturbios, adoptó a la masa como sus dueños. El perro tuvo una gran acogida, y los protestantes también lo adoptaron, lo cuidaron y lo alimentaron de forma conjunta. Durante esta época, Lukanikos mostraba una gran afición por las salchichas, que en griego se llaman "lukanikos", y de ahí le vino el nombre.
En las protestas siempre apareció del lado de quienes lo cuidaban, los manifestantes, y a menudo participaba atacando a los antidisturbios.
En 2011, la revista TIME consideró a Lukanikos una de las personalidades más reconocidas del mundo. Y en 2012 fue acogido por una pareja de manifestantes que decidieron adoptarlo formalmente.
La fama de Lukanikos siguió creciendo, hasta el punto de protagonizar una canción del estadounidense David Rovics, incluso en Madrid se inauguró un bar con su nombre.
Uno de los gestos que caracterizó a nuestro protagonista en las protestas fue el que a la larga le provocó consecuencias terribles: cuando los policías trataban de disolver las protestas por medio de gases, Lukanikos se abalanzaba sobre los botes para alejarlos de los manifestantes (como se puede ver en la imagen). La inhalación continua de gases, junto a los golpes recibidos, le provocaron daños en el corazón que finalmente desembocaron en un paro cardíaco que acabó con su vida en el mayo de este año 2014.
Pronto la historia de las protestas en Grecia se estudiará en las aulas y aparecerá en los manuales y libros de Historia, y en muchas de las fotografías aparecerá este valiente perro marrón. Aunque su muerte no fue muy sonada, pronto las redes se hicieron eco, y muchos internautas quisieron hacer un homenaje al animal con montajes fotográficos como estos:




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