Murcia de Tronos (III): El Muro en el Sur

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El Muro es uno de los elementos más icónicos de Juego de Tronos: una valla que levanta muchos palmos del suelo, elaborada con bloques de hielo y hechizos y cosas bonitas. Y trabajo duro/esclavo, detalle que se suele olvidar cuando nos maravillamos ante una edificación de tal magnitud.

¿Y qué nos lleva a identificar El Muro con parte de la Historia de Murcia? La cocaína. El siglo XIII.

Así es, una época de avance de los reinos cristianos a lo largo y ancho de la península, que se verá coronada por el fin de las conquistas peninsulares de Aragón y un parón sustancioso en su inexorable marcha por parte de Castilla.

El reino de Granada podía suspirar por ahora, pues le habían dejado un respiro (sazonado por razzias, incursiones y vaivenes varios) de un par de siglos.

Pero, ¿qué pasa con Murcia? Bueno, pues que se encontraba más o menos en medio:

Murcia, remarcada por un círculo rojo hecho con Paint.

CUIDADO: SPOILERS

Murcia era un territorio castellano algo inestable (diversas poblaciones se resistieron a las capitulaciones de Alcaraz, el pacto con el rey castellano Fernando III, y más tarde se produciría una gran rebelión mudéjar entre 1264-1266), a lo que se sumaba su condición de frontera. Era un territorio por tres veces fronterizo: con el Reino de Granada (zona 1), con el Reino de Aragón (zona 2), y con el mar (zona 3; nunca se estaba exento de peligros marítimos como saqueos e incursiones).

Pues bien, esto ocasionó cierto parecido con El Muro de Juego de Tronos. En la historia pergeñada por George R. R. Martin, El Muro es una construcción de antigüedad destacada, edificada en los albores de los tiempos para protegerse de los salvajes y los temibles Otros. La flor y nata de los hombres integraba la Guardia de la Noche, los protectores de esa frontera que separa los reinos de los hombres de la tierra de la oscuridad y la locura. Sin embargo, para la época en la que se producen los hechos que narra este Santa Claus moderno, amado y odiado en partes iguales por atormentados fans, las cosas han cambiado. Los hechos se perdieron en el tiempo, la historia se convirtió en leyenda, la leyenda en mito, y El Muro es ahora protegido, si es que podemos decirlo así, por una amalgama de ladrones, asesinos, violadores... Lo mejor de cada casa, como diría Yoren. Básicamente, se ofrece a los presos conmutar sus penas a cambio de marchar al Muro a guardar los reinos.

En Murcia, por su parte, la frontera occidental ocasionaba unos problemas que llevaron, según se dice, a establecer una soluciones similares.

Los límites entre reinos eran zonas muy conflictivas, y en los territorios occidentales murcianos se creó una especie de "tierra de nadie" forzosa: poca gente quería vivir en tierras que eran objetivo de razzias, incursiones y saqueos casi constantes.

Una de las consecuencias de esta situación fue un reparto de tierras entre órdenes militares (Santiago, San Juan, El Temple), que debían hacer de guardianes de esas áreas frente a posibles invasiones.

En Murcia, a falta de un presupuesto tan abultado como el de Bran el Constructor, tuvieron que conformarse con crear una red de fortalezas a lo largo del Reino de Murcia y atraer a pobladores que pusiesen en cultivo aquellas tierras y defendiesen las distintas poblaciones que se encontraban dispersas por la zona. De ahí la extendida expresión "Mata al rey y vete a Murcia", que destila la esencia de la desesperación de los gobernantes por repoblar una tierra azotada en múltiples ocasiones por la guerra, y que sufrió la pérdida de muchísimos mudéjares, que marcharon a Granada tras la fracasada rebelión.

Por tanto, si bien no existía un espectacular muro de hielo (iba a ser complicado) de un número absurdo de metros de alto, la naturaleza de esta situación era bien similar. Sólo faltaba añadir El Muro en el sur.

REFERENCIAS:

• J. F. Jiménez Alcázar, "La crisis del reino musulmán de Murcia en el siglo XIII", HID 32, 2005.
• George RR Martin, Canción de Hielo y Fuego, ed. Gigamesh, 2002-actualidad [en inglés: 1996-actualidad].