Bomba de destrucción masiva GAY

Un funcionario de los EEUU manipulando una de las bombas

Eran los 90 y, como de costumbre, EEUU quería tomar la delantera en la carrera armamentística.

El Departamento de Defensa quería hacerse con una serie de armas químicas no letales para luchar contra sus enemigos (matar no estaba de moda, eran los noventa. Sólo con G. W. Bush volvió a ser trending topic). 

Para ello, una serie de proyectos de investigación se presentaron en el Pentágono. Entre ellos, uno se desarrollaría por seis años y costaría alrededor de 7 millones y medio de dólares.

El proyecto buscaba crear una "bomba de amor" con un afrodisíaco químico que ya quisieran las teletiendas. La bomba provocaría un comportamiento homosexual generalizado entre las tropas enemigas, una fuerte atracción instantánea por los compañeros de trincheras, causando un fuerte golpe a la moral.

Sin embargo, lo que el proyecto no fue capaz de prever es que los soldados probablemente se sentirían más compenetrados que nunca.

¿Ratas? ¿Sol? ¿Mal aliento?

Otros proyectos similares presentados querían realizar grandes destrozos en las líneas enemigas a base de lanzar ratas sobre ellos, abejas, provocando una sensibilidad increíble de la piel, que afectaría gravemente a la piel, u otorgando el don de la halitosis a los enemigos.

Los científicos no escatimaban en ideas. También se pensó en la "Bomba ¿Quién, yo?", que repartiría flatulencias por las filas enemigas.

¿Por qué algunos de estos proyectos no vieron la luz?

Finalmente, los investigadores llegaron a la conclusión de que la población "en muchas áreas del mundo no encuentra el olor fecal ofensivo, pues lo huelen de forma regular".

El Departamento de Defensa recibió algunos proyectos más, pero ninguno de los mencionados ni muchos otros fueron desarrollados.

En 2007 el Wright Laboratory recibió el Premio IG Nobel (parodia del Nobel) de la Paz por sugerir el desarrollo de esta "bomba gay".

BIBLIOGRAFÍA:

• BBC NEWS: http://news.bbc.co.uk/2/hi/4174519.stm