Encerrados 3: la Primera Guerra Mundial dentro de un armario

La entrega de hoy de la serie Encerrados nos lleva hasta la localidad francesa de Bertry, donde un hombre vivió la Primera Guerra Mundial de una forma muy particular...

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La estación de la ciudad de Bertry (France) hecha fosfatina tras la Primera Guerra Mundial.
Cuando una guerra acaba, comienzan a salir a la luz historias sorprendentes de soldados que siguieron luchando hasta años después, de algunos que confraternizaron con enemigos, y de otros que se ocultaron de formas increíbles. A este último género pertenece la historia de Patrick Fowler, un hombre al que casi le cuesta el fusilamiento por deserción sacar a la luz su verdad.
Y es que Fowler pasó cuatro años dentro de un armario durante la Primera Guerra Mundial. Es posible que mÔs de uno piense ahora mismo que estÔ claro que era un desertor, pero vayamos poco a poco.
La cuestión es que Fowler era un soldado britÔnico con sobrada experiencia. Cuando estalló la guerra, llevaba ya 19 años de servicio en el ejército en lugares como India o Egipto, y cuando le llegó el turno de viajar a Francia para entrar en combate, no se escondió en un armario. Aún no.
Pisó suelo francés y, tras poco mÔs de una semana de viaje, entró en combate contra los alemanes en Le Cateau-Cambrésis, cerca de la frontera con Bélgica. Cuando la artillería alemana hizo dispersarse a todo el regimiento de Fowler, él se quedó solo y perdido.

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Dramatización de Fowler en Le Cateau-Cambrésis.

Según su versión de la historia, pasó casi cinco meses buscando y esperando a su regimiento en el bosque donde había tenido lugar el enfrentamiento, tratando de sobrevivir de mala manera. Pero agotado y hambriento, se encontró con un agricultor al que pidió ayuda.
El agricultor lo llevó a casa de su suegra, Marie Belmont-Gobert, en la localidad francesa de Bertry, muy próxima a Le Cateau. Pero Fowler tuvo la mala suerte de que Bertry estaba ya controlada por los alemanes cuando él llegó.
No obstante, Marie y su hija Angele no entregaron al soldado britÔnico a los alemanes, sino que decidieron alojarlo y protegerlo. Pero había que tenerlo todo previsto, y para ello elaboraron un plan según el cual si los alemanes registraban la casa, Fowler se escondería en un armario de la cocina en el que apenas cabía encogido.

No era precisamente este el armario.

Pero la mala suerte volvió a aparecer, y pocos días después de su llegada, los alemanes decidieron alojar a algunos oficiales allí, pues era una casa grande con cuatro dormitorios.
Por el dƭa Fowler se ocultaba en el armario y, desde allƭ, observaba comer y charlar a los oficiales alemanes en la cocina. Por la noche, cuando estos dormƭan, salƭa para estirar las piernas y comer. Asƭ durante aƱos.
Para no levantar sospechas, Marie a veces dejaba abierta una de las puertas del armario mientras Fowler se ocultaba tras la que permanecía cerrada. Y en una ocasión en la que se llevó a cabo un exhaustivo registro de la casa, incluido el armario, las francesas tuvieron la habilidad de cambiar de sitio a su protegido sin ser descubierto.
En la Nochebuena de 1915 la esposa de Fowler recibió la notificación de que su marido habĆ­a sido dado por muerto. Que tambiĆ©n ya le vale al Ministerio de Defensa dar la noticia en Nochebuena. Pero la pobre mujer no sabĆ­a que su marido no estaba muerto, que estaba de parrand… en un armario francĆ©s.
Cuando Marie y su hija conocieron la noticia de que otro soldado oculto en una casa de Bertry había sido encontrado y fusilado, decidieron sacar de casa a Fowler. Era el año 1918, y faltaba muy poco para que los alemanes fueran derrotados, pero eso aún no lo sabían y era mejor no correr mÔs riesgos, así que elaboraron un plan: sacarlo de noche, disfrazado de mujer, y con un chal que le cubriese la barba que no se había podido afeitar en aquellos años.
Así pues, en septiembre de 1918 Fowler salió del armario, y lo hizo por la puerta grande, vestido de mujer. Y desde allí, lo trasladaron a un granero donde permaneció un mes mÔs.

Posible aspecto de Patrick Fowler al salir de la casa.

En octubre de 1918 Bertry fue liberada por las tropas britĆ”nicas y Fowler pudo regresar a casa. A su vuelta, se le pidieron las correspondientes explicaciones, y cuando contó cómo habĆ­a pasado aquellos aƱos dentro de un armario, las autoridades le dijeron “claro que sĆ­, guapi”, e iniciaron un proceso para condenarlo por deserción.
De haber sido condenado, Fowler podía haber sido ejecutado, sin embargo esto no ocurrió. Tras hablar con los superiores de su regimiento y explicarles cómo llegó a aquella situación tras el enfrentamiento con los alemanes, logró convencerlos. AdemÔs, dio los nombres de sus protectoras y detalles sobre su supervivencia. Así que, finalmente, optaron por creerle y liberarlo.
En 1927 el Daily Telegraph rescató la historia de las heroínas de Bertry y creó un fondo de ayuda para sacarlas de la pobre situación económica en que se encontraban tras la guerra. AdemÔs, se les pagó un viaje a Londres, donde fueron recibidas por el alcalde, que les entregó el dinero recaudado, y posteriormente por los mismísimos reyes britÔnicos.
Ahora es cosa de cada uno dar credibilidad a la historia de Fowler o no. En cualquier caso, segĆŗn indica Javier Sanz en Historias de la Historia, el armario de marras se encuentra actualmente en el Museo de los HĆŗsares de Winchester.

  • Sanz, Javier, y Clemares, Guillermo (2014). ¡Fuego a discreción! Anaya.
  • Millett, Tony (2014). “WW 1 CENTENARY: The soldier who came home to Devizes after four years in hiding behind German lines - much of the time in a cramped cupboard”, en Marlborough News Online.
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Esta historia no estĆ” incluida en nuestro nuevo libro, El pene perdido de Napoleón... y otras 333 preguntas de la Historia, pero hay otras 333 que seguro que te resultarĆ”n muy interesantes.

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