12 predicciones (erróneas) sobre el siglo XXI que hicieron en 1900

A lo largo de la historia, el ser humano ha fantaseado con el futuro, y, al menos desde la extensión de los ideales renacentistas y humanistas, lo ha concebido como un lugar mejor.
Cuando se ha intentado elucubrar acerca de ese futuro, ha sido a través de predicciones más o menos afortunadas, con más o menos seriedad, y casi siempre con una base científica escasa.
Sin embargo, en 1900, el ingeniero estadounidense John Elfreth Watkins Jr. trató de ir un pasito más allá y publicó unas 29 ideas acerca del siglo XXI en la revista Ladies' Home Journal en un artículo publicado bajo el título «What may happen in the next hundred years».
Artículo de Watkins en Ladies' Home Journal
Por su parte, en Francia, el ilustrador Jean-Marc Côté realizó una serie de dibujos que publicó entre 1899 y 1910 bajo el título En l'an 2000.
A continuación, hemos hecho una recopilación de algunas de esas predicciones que hicieron estos futurólogos en las que cometieron ciertos errores de cálculo...

1. El autobús-ballena
El ilustrador francés imaginaba un modo de transporte que no necesita presentación, la imagen habla por sí sola. ¿Que por qué no se ha desarrollado esta idea? Bueno... tampoco necesita explicación eso.

2. No habrá animales salvajes
Claro, si usas las ballenas como autobuses... en serio, esta es la idea que planteó el ingeniero estadounidense en su artículo. Y aunque parece que a la larga el cambio climático, los cazadores furtivos y la capacidad humana para esquilmar los recursos le acabarán dando la razón, lo cierto es que aún existen animales salvajes.
Según Watkins, solo quedarían animales en los zoos y animales empleados en actividades concretas como el transporte, las carreras, etc. Y además señaló que las ovejas y las vacas perderían los cuernos.

3. No habrá mosquitos ni moscas ni cucarachas
A más de uno le gustaría que así fuese, que el bueno de Watkins hubiera tenido razón en esto, pero no es así. Decía el estadounidense que para el año 2000 las mosquiteras serían innecesarias porque estos molestos insectos habrían sido exterminados a través de tratamientos químicos. Y además señalaba en su artículo: «la eliminación de los caballos [que serían sustituidos por los coches] y sus establos reduciría la mosca doméstica».

4. Bomberos y policías voladores
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No! Es un policía que viene a notificarte una multa. Así se imaginaba el ilustrador francés que patrullarían la ciudad bomberos y policías en el siglo XXI. La verdad es que la medida es bastante práctica, así que a ver si nos vamos poniendo las pilas... ¿O a lo mejor es una anticipación de los drones?

5. Adiós al tráfico en las grandes ciudades
Por mucho que Carmena pusiera en marcha Madrid Central, las grandes ciudades están muy lejos del futuro que imaginaron tanto el estadounidense como el francés. Por su parte, Watkins creía que todo el tráfico de las grandes ciudades circularía bajo la ciudad o sobre ella, pero en ningún caso por las calles. Aunque ciertamente la descripción que hace el ingeniero bien se parece a muchas ciudades con sus metros y sus túneles.
Por su parte, Côté concebía una idea similar, pero en este caso básicamente aérea, como se puede ver en la ilustración que encabeza este post o en esta otra de Albert Robida de las mismas fechas:


6. Todo el mundo caminará 10 millas
Según el artículo de The Ladies' Home Journal, en el siglo XXI todo el mundo caminaría 10 millas diarias, esto es 16 kilómetros al día. Para Watkins en el futuro todo el mundo haría deporte desde la infancia, y la actividad física sería una asignatura obligatoria en el colegio. Y aunque en este último punto acertó, el futuro se acerca más al concebido por los creadores de Wall-E que al concebido por el ingeniero estadounidense. Y es que en la actualidad la Organización Mundial de la Salud estima que el 60% de las personas no caminan lo recomendado cada día. Lejos de andar más, caminamos mucho menos.

7. Una máquina para maquillarse, afeitarse o peinarse
¿Te imaginas no tener que peinarte ni maquillarte manualmente? No, no nos referimos a la escopeta de Homer Simpson, sino más bien a esa máquina de la película Casper que te peinaba, afeitaba y aseaba. Algo así es lo que concibió el ilustrador a inicios del siglo XX.


Con este tipo de aparatos el oficio de barbero se parecería más al de mecánico o feriante.

8. Frutas y verduras gigantes
De vuelta al artículo estadounidense, el autor asegura que en el siglo XXI las fresas tendrían el tamaño de manzanas y los guisantes y judías el de remolachas. Y así con remolachas, melones, etc. Según el texto, «un melón cantalupo podrá alimentar a toda una familia». Ahora bien, en lo que sí acertó el ingeniero es en que el ser humano modificaría frutas y verduras para alterar su aspecto o su resistencia a determinadas enfermedades.

9. Enseñanza por cable
Esta extraña ilustración parece indicar que la educación consistiría en el triturado de libros cuyos contenidos se transmitirían a través de la electricidad directamente al cerebro de los estudiantes. ¡Flipa! ¿Cuántas veces has soñado con que esto fuera posible? Ahora bien, seguro que nunca te habías planteado que hiciera falta triturar esos libros, y mucho menos que la trituradora se accionase manualmente.

10. Vida bajo el mar
No falla, siempre van a por la chica.
Varias de las ilustraciones de Côté hacen alusión a una vida humana bajo el mar. Encontramos viñetas con personas paseando, cazando e incluso asistiendo a espectáculos bajo el mar.
Aunque pudiésemos, tampoco hay necesidad, ¿no?
11. Calentarse con radio
Tanto Côté como Watkins propusieron el abandono del carbón en el siglo XXI como medio para la producción de calor. Y aunque hoy en día se ha reducido mucho su consumo, siguen existiendo centrales de carbón que permiten la producción de calor en nuestras casas a través de la electricidad. Pero lo preocupante en realidad es que proponían medios alternativos para la producción de calor, como por ejemplo el radio. Afortunadamente, hoy no calentamos las casas con radio como propone el francés.



12. La compra a casa a través de tubos
Watkins predijo que las compras nos llegarían a casa a través de tubos neumáticos: al principio a las casas de los ricos, pero luego se irían generalizando. Hoy esto no se ha cumplido, ¿cuántos tubos harían falta? Pero ya existen propuestas más difíciles de predecir para quien vivía en los inicios del siglo XX, como por ejemplo los drones. Aunque ojo a este dibujo del francés...



Aunque aquí hemos recopilado algunas predicciones erróneas de ambos autores, lo cierto es que no andaban muy desencaminados en muchas cosas: lo hemos visto en el caso del tráfico rodado en las grandes ciudades, por ejemplo. Pero también Watkins fue capaz de predecir cosas tan normales como las casas de comidas para llevar y tecnologías tan avanzadas como las videollamadas o los mensajes de voz. Por su parte, Côté hizo ilustraciones que en muchos casos hasta se quedaron cortas. como esta en la que se puede ver a un hombre empleando una especie de robot para la construcción de un edificio. Hoy ya no es que podamos usar robots, es que hasta estamos construyendo con impresoras 3D. 

En definitiva, hemos de reconocer que son más las predicciones acertadas que las erradas por parte de este par de locos futurólogos. Pero las correctas nos las reservamos para una segunda entrada. Hasta entonces, toca esperar.


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