John Adams [SERIE, HBO, 2008] Capítulo 2/7

Seguimos con aquella locura que iniciamos hace unos días, que parece que ha gustado.

Podéis leer la primera entrada dedicada a John Adams pinchando aquí: John Adams 1/7.

El segundo episodio de la serie se llama: Independence. Toma spoileraco. En fin, vamos al lío. [Recordad: recomendamos leer la entrada mientras se ve el capítulo en paralelo.

AVISO: SPOILERS

Por otra parte, es evidente, ¿no?

Empezamos con un puñado de señores en una sala. Están muy aburridos, uno de ellos cuenta un rollo sobre lo que vimos en el capítulo 1 y exponen medidas a tomar: enviar algunas cartas y poco más, y nuestro querido John se queja de que eso no va a ninguna parte.

Oy, oy, oy. Toca comilona con los asistentes al congreso, y parece que son una pandilla de pusilánimes que solo quieren quejarse un poco ante el rey y ya. Incluso sueltan un "God save the king" que, por supuesto, John dice con la boca pequeña.

Ahora nos encontramos a John y a su hijo metiendo las manos en mierda (granja time). Si es que John vale para un roto y un descosío. Ojo al comentario: "El estiercol es un arte, y me considero un artista consumado". Le pone al niño un cacho bajo la nariz y le dice: "Huélelo". Esto es oro, de verdad. "Ser granjero es una ocupación noble, Johnny. La más noble que hay". Se nos va a escapar una lagrimilla.

Un segundo... Un jinete a caballo pasa chillando que vienen los ingleses. John coge su caballo, sale a explorar y se encuentra una matanza. Parece que un montón de personas han echado a los ingleses de la zona, escopetas mediante, cuando estos intentaban quitarles las armas. Se viene la matraca.

Momento intensito con su esposa. Que los niños muertos que ha visto no pueden ser, que hay que apoyar a esa gente. Abigail le anima para que diga eso en el congreso.

Aparece un colgado chillando que va dentro de un vehículo impulsado por tracción animal (otras personas). "¿No son la vergüenza de su país, el bochorno de la civilización?" le suelta a los representantes de Boston (sí, hemos vuelto al asunto, pero ahora hay incluso más gente en el congreso). Ojo que les está soltando una turra de cuidado delante de todo el mundo. Ah, es Benjamin Franklin, ahora entendemos todo. Era un poco notas.

Otro de extremo centro.

Vale, todo era una broma. Al final les ha elogiado y todo por pegarles en los morros a los ingleses.

Comienza un debate: los de Massachusetts piden apoyo, otros saltan con que no, que hay que pedir disculpas y todo. Se le han hinchado las narices a John, interviene para decir que ya no hay tutía, que se acabó el tiempo de negociar. Aquí se lían a palos, ya verás.

Vale, después de sacarse los pellejos discutiendo y amenazando con ir cada uno por su lado, van a votar si hay paz o no. Pues solo tres estados apoyan a Massachusetts, y a John le jode especialmente que Franklin también se ponga en su contra.

Vaya, vaya, ahora John se cruza a Franklin en un bar y se lo lleva para pegarle el explicote, pero parece que el otro se lo va a dar a él. Que sí, que le apoya, pero "debemos demasiadas desdichas a pensar en voz alta". Mejor no ganarse enemigos por ahora. Madre mía, Franklin es un ser bastante odiable. El caso es que le ha dicho que tiene que ganarse a los de Virginia, que son el estado más gordo.

Se marchan a ver a la gente del congreso. ¡Coño, acaba de aparecer Washington! Y parece que está de luto...

Parece que lo tienen en el bolsillo.

"Al final acabará liderando algo", dice Franklin de Washington. Jaja, tiene gracia porque es cierto.

Mira, acaba de aparecer Jefferson. POS YA ESTAMOS TÓS.

Escena de Abigail con sus hijos. Es de noche. Se oyen disparos. Van afuera y...

Sa matao Paco. Que diga, Boston.

Volvemos al congreso. John ya tiene chicha para extorsionar a los demás. Les cuenta cómo los ingleses han bombardeado y machacado a su gente. 400 personas muertas. "Nos pide que formemos un ejército", le dice un señor a John. Este ha estudiao. Que lamenta los muertos, pero palmada y pa' casa. John le manda a freír puñetas y propone montar un ejército con Washington al frente. ¡Catapum! Se hace el silencio. Se procede a votar y es aceptado. Punto, set y general Washington.

Pues ya está Washington en lo suyo, pero se queja (con elegancia) de que no el congreso no mueve un dedo por abastecer al ejército. Ojo, que España entra en escena. John le asegura que va a pedir al congreso una alianza con España y Francia, que va pedir suministros para el ejército y que va a presentar una declaración de independencia. Joder con John, si le dejan inventa el iphone.

Mientras tanto, Abigail frota el suelo de casa (literalmente) para que la viruela no les joda vivos + uno de los niños suelta: "Odio el congreso" mientras su padre desaparece a caballo entre la niebla. Y el rey también lo odia, niño repelente.

De vuelta al congreso, llega una proclama del rey. "Todo el que se rebele será colgado, señores". Caras largas al escucharlo. Señores, ¿es que nadie esperaba algo así? En fin, Franklin suelta su chistaco de turno y ahora todos están uniditos y  de acuerdito porque tienen un enemigo que quiere matarlos.

Oish pero qué ¿tierno? Abigail y los niños funden los soldaditos de plomo para fabricar balas. Se oyen ruidos fuera y Abigail coge un rifle. Momento épico de un librero gordo convertido a mando militar que le dice que han birlado unos cañones ingleses y se los llevan a Washington.

Congreso. Hablan del asunto de la independencia, pero se lía gorda porque los señores de Nueva York no lo ven claro y dicen que Gran Bretaña les va a dar para el pelo. Madre mía el representante de Filadelfia (Pensilvania). Que alguien le pegue, por favor.
La escena se alarga hasta la noche y están desesperaditos discutiendo todavía. John llama cobarde a los de Filadelfia, y razón tiene. El caso es que al presidente del congreso se le hinchan las narices y manda votar por la independencia. Votan algunos pero, de repente, Filadelfia, los que no paraban de dar el coñazo, dicen que bueno, que necesitan un tiempo, se lo están pensando y todas esas cosas. Les dan hasta el 1 de julio.

¿De verdad Washington era tan intensito?

Pues John le acaba de endosar a Jefferson la redacción de la declaración de independencia.

John y Franklin se reúnen con Jefferson para revisar el escrito y se sorprenden al encontrar una especie de de declaración de derechos del hombre. Le comentan que habrá problemas con los estados sureños, amigos de la esclavitud.

Mientras, Abigail y los niños se vacunan de viruela. Y te preguntarás: ¿cómo narices? Pues un cortecito y a meter pus infectado de alguien que la esté pasando. 

Congreso. Lluvia dramática en el exterior. Se levanta un representante de Pensilvania y suelta todo un discurso, medio lloroso, de que se la van a pegar si se independizan. Le toca a John, que se come el marrón de darle la vuelta al asunto. Discursaco. La gente se levanta y todo.

Como siempre, los problemas se solucionan en privado. De los cuatros que siguen en contra, Carolina del Sur le dice a John por privado que bueno, vale. Nueva York le dice que se lo pensará si consigue convencer a Pensilvania. La reunión con el representante de Pensilvania que se resiste termina en "bueno, vamo a veh. Si mañana resulta que estuvieses indispuesto...".

Baia baia, no ha aparecido el señor que estaba en contra ( ͡° ͜ʖ ͡°). Pues ha salido que sí. INDEPENDENCIA. Nadie se lo esperaba, excepto el nombre del capítulo.

Pues se ha quedado buena tarde para independizarse.

Palabras intensitas de John a Abigail por carta. "Oye que esto acaba de empezar". Mirada a cámara, cortinilla de estrellas. Fin.

Hasta aquí el segundo capítulo. Recordad que necesitamos un poco de interacción para continuar con este experimento raro. Por favor, comentadnos algo :-) (gracias, Revansan, por el comentario en la entrada anterior).
Si llegamos al séptimo y último capítulo, después publicaremos una entrada algo más seria (no mucho) sobre estos menesteres.