La vida de claroscuros de Caravaggio

Son por todos conocidas las obras del pintor italiano Caravaggio, máximo exponente de la pintura barroca, pero no tanto su peculiar vida, marcada por trifulcas y polémicas de lo más pintorescas. Pues bien, Michelangelo Merisi, su verdadero nombre, nació en Milán en 1571 pero tomó como sobrenombre el de Caravaggio, en recuerdo del pequeño pueblo de donde era originaria su familia. En sus comienzos ya escandalizó a mucha gente debido a que tomaba sus modelos de entre la gente de más baja condición: prostitutas y mendigos y demás individuos de esa calaña (ojo, mentalidad de la época) posaron a menudo para representar los personajes de sus cuadros. 


- ¿Quién me ha cogido el dinero suelto que llevaba en el coche?
- Este, Jesús, el Mateo, que es un usurero de cuidado, dile algo. 

Además, su carácter no era muy afable que digamos y los lugares que solía visitar tampoco eran de lo mejorcito. De hecho el pintor holandés van Dijk hablaba así de él: «Es una persona trabajadora, pero a la vez orgullosa, terca y siempre dispuesta a participar en una discusión o a enfrascarse en una pelea, por lo que es difícil llevarse bien con él». Una joyita nuestro Caravaggio.

File:Michelangelo Caravaggio 069.jpg
"La muerte de la Virgen" para la que tomó tan desagradable modelo.
Sus obras no fueron menos problemáticas: su obra la "Conversión de San Pablo" provocó una discusión entre el y un soldado que le increpó por ubicar al caballo en el centro del lienzo y al santo en el suelo. Pero la mayor indignación por una obra suya fue la relativa a "La muerte de la Virgen", para la que utilizó como modelo ni más ni menos que el cadáver, ya en estado de descomposición, de una prostituta ahogada en el Tíber.
El sujeto en cuestión.

Más fuentes nos han dejado testimonio del peculiar carácter y los pleitos del genio. Por ejemplo: en 1601, Caravaggio fue encarcelado por herir a un sargento del castillo de Sant'Angelo. En 1603, otro pintor, Giovanni Baglione, lo acusó de difamación en un juicio en el que Caravaggio aprovechó para despacharse a gusto y criticar a los pintores de la época de manera algo cáustica. Apenas dos años más tarde hirió con un hacha en la cabeza a un notario y, por si era poco, en 1606 se buscó la ruina definitiva cuando intentó castrar al proxeneta de la prostituta que solía posar para él tras un partido de pelota, lo que provocó que el hombre muriera desangrado y que Caravaggio tuviera que huir de Roma al ser condenado a muerte.


Pero aquí no terminan las aventuras del lombardo. Se refugió en Malta y Sicilia durante un tiempo, donde intento retomar su trabajo, y cuando se decidió a volver ante el enfriamiento de las hostilidades y una posible negociación de perdón, sufrió un ajuste de cuentas en Nápoles por parte previsiblemente de los enemigos que dejó en Roma, que para mas inri le desfiguraron el rostro. Finalmente parece ser que murió en Porto Ércole, una localidad costera de la Toscana, cuando en 1610 se dirigía a Roma a intentar ganarse el indulto, posiblemente víctima de la malaria o del tifus.


  • PUGLISI, Catherine, (1998) Caravaggio, Phaidon 
  • LAMBERT, Gilles, (2000) Caravaggio, Taschen, 
  • CALVESI, Maurizio, (1986) Caravaggio, Art Dossier 1986, Giunti Editori 

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