¿Murió Catalina de Rusia follando con un caballo?
Estás a punto de leer una de las 333 preguntas de nuestro nuevo libro en exclusiva...
No, Catalina II de Rusia no murió tirándose a un caballo. En realidad la emperatriz Catalina la Grande murió en 1796 a causa de un derrame cerebral.
El bulo en torno al caballo podría tener su origen en algunos hechos reales y en la calenturienta imaginación de algunas personas. Se sabe que la soberana rusa tenía una enorme afición a los placeres de la carne, y de hecho se conservan fotografías y testimonios de una habitación del palacio que la zarina tenía reservada a dar rienda suelta a sus fantasías. En ella se encontraban muebles ornamentados con falos, vaginas y personajes en posturas sexuales, pero también libros y láminas de temática erótica. Entre esas láminas y relatos, se encontraban algunos considerados zoofílicos, pero también otros referentes a toda clase de fetiches e incluso algunos pederastas. Ríete tú del Grey ese...
Además, se sabe que a lo largo de su vida Catalina había mantenido encuentros sexuales con muchísimos amantes (humanos), y que incluso presumía de elllo.
Pieza del mobiliario de la habitación de Catalina. |
Por llamativos que estos datos puedan parecer, lo cierto es que no se diferencian en nada de la vida de otros soberanos. Similares costumbres podríamos comentar sobre el español Felipe IV, sin ir más lejos, o más recientemente el Borbón Jua[censurado por la Audiencia Nacional]los I. La diferencia reside básicamente en que Catalina era mujer, y mientras a los varones se les perdonan e incluso se les aplauden este tipo de actitudes, que una mujer del siglo XVIII disfrutase con libertad de su vida sexual, es algo que debe ser objeto de toda clase de elucubraciones.
No existe prueba alguna de que Catalina mantuviera ninguna relación sexual o platónica con un caballo ni equino de similares características. Sin embargo, el hecho de que fuera una mujer fogosa, que muriese desnuda (pues estaba a punto de darse un baño cuando sufrió el accidente), y que se descubriera su colección de arte erótico, desató a los más sesudos propagandistas. Pero hay que subrayar otro dato: cuando murió, la zarina tenía 67 años, y ya te puedes imaginar que en el siglo XVIII una señora de casi 70 años ya no estaba para esos trotes…
---
Esta es una de las 333 preguntas incluidas en nuestro nuevo libro: El pene perdido de Napoleón y otras 333 preguntas de la Historia (La Esfera de los Libros) que saldrá a la venta el próximo 20 de noviembre. Ya está disponible en preventa en Amazon y ya puedes reservarlo en tu librería de confianza.
Hay ciertas comparaciones en el texto que hacen que tenga un marcado caracter politico, y por lo tanto, falta de credibilidad. Lo cual no le hace favor alguno a la histria de Catalina II.
ResponderEliminarEn realidad murió de apoplejía según revelan las fuentes más fidedignas. Con lo cual, si es cierto que tenía sexo con su caballo, es digna de su apodo "La Grande". Más allá de que "así la tendría" (y si no la tenía "Grande" el caballo se ocupó de asignarle esa cualidad), pero "que sobreviviera a un tipo de relación tan colosalmente destructiva para todo su aparato genital y "aún más allá", eso sólo ya la convierte en "Grande". Tengo para mí que ahí está el único GRAN motivo de su apodo. Saludos
ResponderEliminarEn realidad murió de apoplejía según revelan las fuentes más fidedignas. Con lo cual, si es cierto que tenía sexo con su caballo, es digna de su apodo "La Grande". Más allá de que "así la tendría" (y si no la tenía "Grande" el caballo se ocupó de asignarle esa cualidad), pero "que sobreviviera a un tipo de relación tan colosalmente destructiva para todo su aparato genital y "aún más allá", eso sólo ya la convierte en "Grande". Tengo para mí que ahí está el único GRAN motivo de su apodo. Saludos
ResponderEliminar