Outlander y la Duquesa de Alba
Últimamente una serie de televisión ha irrumpido con fuerza y ha logrado poner de moda Escocia y su historia. De hecho, los escoceses están muy agradecidos al fenómeno, pues ha convertido distintas localizaciones del país en nuevos enclaves turísticos. Aunque probablemente el éxito de la serie se deba más a su protagonista que a la historia que cuenta…
Hablamos, claro está, de Outlander, una serie basada en la saga literaria del mismo nombre (Forastera en español), cuya autora es Diana Gabaldon.
Libros y serie cuentan la historia de una mujer que viaja accidentalmente al pasado, y en la Escocia del siglo XVIII conoce a Jamie, un highlander que, en el contexto de las guerras jacobitas, lucha en favor de los jacobitas y juntos comienzan una relación (aunque la cosa no es tan sencilla como acabamos de explicar, más o menos resume la ambientación).
Sin embargo, no nos vamos a detener aquí a hacer una reseña de la serie, ni tan siquiera a indagar sobre la veracidad histórica de la misma. Lo que nos interesa es rescatar, ahora que tan de moda está el tema escocés, una cuestión de la que ya hablamos en el pasado: la relación de la ya difunta Duquesa de Alba y Escocia.
Muchas personas conocen esta relación, sin embargo, otras tantas desconocen que, en vida, la Duquesa de Alba era la legítima heredera al trono escocés.
María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y Silva Falcó y Gurtubay, que así se llamaba la mujer (en adelante, la Duquesa), nació un 28 de marzo de 1926 en Madrid, aunque su vida estuvo siempre vinculada a Andalucía.
Pero, ¿cómo puede una española tan castiza ser heredera del trono escocés? Pues si volvemos a fijarnos en ese larguísimo nombre, la respuesta la tenemos en el “Fitz-James Stuart”.
Efectivamente, si trazamos un árbol genealógico, veremos que la Duquesa descendía de los Estuardo, y seas o no seguidor de la serie, en seguida caerás en la cuenta de que los Estuardo fueron la dinastía que reinó en Escocia, concretamente hasta el siglo XVII.
El responsable de este parentesco fue Carlos Miguel Fitz-James Stuart (Estuardo) y Silva, un general que era hijo bastardo del último rey escocés, Jacobo II, y de su amante Arabella Churchill. ¿Te suena el apellido? Pues resulta que no solo con los Estuardo estaba emparentada la Duquesa, sino también con los Churchill, los de Winston.
Pero no nos desviemos: decíamos que este señor, Carlos Miguel, era hijo bastardo de Jacobo. Pero claro, Jacobo tuvo hijos legítimos también, concretamente una hija: Ana de Gran Bretaña. Pero tristemente, esta Estuardo fue la última reina de su casa, pues la pobre murió sin descendencia, yendo la corona a parar a manos de los Hannover.
Al morir sin descendencia, la línea hereditaria de los Estuardo tan solo se mantenía a través del bastardo, Carlos Miguel, que es el ta-ta-ta-ta-ta-ta (bueno, ya te puedes imaginar) tarabuelo de la Duquesa.
Es decir, el legado de los Estuardo se mantuvo vivo, por avatares del destino, a través de una rama familiar fundada por un bastardo cuya familia se había afincado en España. Además este señor, Carlos Miguel, fue el primero de los Stuart en heredar el título de Duque de Alba a través de la otra rama familiar: los Silva.
Es decir, el legado de los Estuardo se mantuvo vivo, por avatares del destino, a través de una rama familiar fundada por un bastardo cuya familia se había afincado en España. Además este señor, Carlos Miguel, fue el primero de los Stuart en heredar el título de Duque de Alba a través de la otra rama familiar: los Silva.
Si se ha entendido esto, podemos llegar a la conclusión de que los derechos de la corona escocesa independiente residen en los Stuart (Estuardo) que han llegado a nuestros días, es decir, la Duquesa de Alba y sus herederos. Luego si el resultado del referéndum de Escocia de 2014 hubiera sido favorable a la independencia, y los escoceses hubieran querido restituir su monarquía, habríamos visto a la Duquesa de Alba coronarse como Reina de Escocia.
Obviamente con la muerte de la Duquesa estos derechos no desaparecen, sino que los mantiene su heredero, luego el heredero a la corona escocesa en la actualidad es Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo.
Obviamente con la muerte de la Duquesa estos derechos no desaparecen, sino que los mantiene su heredero, luego el heredero a la corona escocesa en la actualidad es Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo.
La cosa no acaba aquí: ¿sabes cómo se llama Escocia en gaélico? Pues se llama Alba… inquietante coincidencia pero que no deja de ser eso, una coincidencia. Que no te líen, porque el título del ducado hace alusión a Alba de Tormes, que está en Salamanca, no en las Highlands.
Pero ¡alto aquí! Puede que esto parezca sencillamente una divertida anécdota. De hecho, muchos periódicos británicos bromearon con esta posibilidad durante la campaña del referéndum. Sin embargo, la cosa va más allá, y es que los Stuart españoles son perfectamente conscientes de este hecho, y reclaman aún en la actualidad sus derechos.
Pero ¡alto aquí! Puede que esto parezca sencillamente una divertida anécdota. De hecho, muchos periódicos británicos bromearon con esta posibilidad durante la campaña del referéndum. Sin embargo, la cosa va más allá, y es que los Stuart españoles son perfectamente conscientes de este hecho, y reclaman aún en la actualidad sus derechos.
Este es el escudo de la Duquesa de Alba (prácticamente igual que el de su hijo Carlos), y a poco que te fijes verás algunos símbolos que te sonarán poco españoles…
En el segundo cuartel se ve un león rampante rojo sobre fondo amarillo que es precisamente el escudo de Escocia. Está claro, reivindican el trono escocés en su propio escudo. Pero van más allá…
En el tercer cuartel se ve nuestra ya vieja amiga, el arpa, escudo de Irlanda. Y sobre ella, en el primer cuartel, los tres leones amarillos sobre fondo rojo constituyen el escudo de Inglaterra. No es que reivindiquen ya Escocia, sino todos los territorios que gobernaron los Estuardo.
Pero no nos dejemos esas tres flores de lis amarillas sobre fondo azul junto a los leones, que son el escudo de Francia, y es que Francia era una antigua reivindicación de los reyes de Inglaterra. ¡Venga! Duques de Alba y reyes de Escocia, Irlanda, Inglaterra y Francia. ¿Algo más?
Al final, el único cuartel español es el cuarto, el del ajedrezado gris y azul, pues alude al escudo de los Álvarez de Toledo, aunque en realidad… bueno, no liemos, son españoles.
Explicado todo esto, tan solo nos queda dibujar la más grotescas de las imágenes posibles a los seguidores de Outlander: la del atractivo Jamie luchando por los derechos de la Duquesa de Alba a lomos de su caballo, o la del propio Carlos, el hijo de la Duquesa, emulando a Jamie y luchando por Escocia.
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Esa foto de la duquesa a caballo con Jaime es una falta de respeto!
ResponderEliminarEn el siglo XVIII Caye también fue jovén!!!
Soy admiradora de la serie y de vuestro rinconcito de historia...este guiño siriéfilo me ha encantado :D
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