Antifascismo: un caso de mala prensa

Presunto atentado terrorista antifascista
en las instalaciones de Hogar Social Madrid

Somos malos, porque hemos robado la frase que da título a la entrada a una pobre trabajadora, compañera de trabajo de una amiga nuestra, que una vez le regaló la siguiente frase: "El fascismo es solo un caso de mala prensa". También es la portadora de la opinión de que su empresa (multinacional) debería darles pena y deberían ser conscientes de que su sueldo de menos de 1000€ al mes es un esfuerzo para sus jefes. Y que gracias. Y que eso.

Pero eso es harina de otro costal.

El caso es que en los últimos meses hemos visto cómo proliferaban opiniones curiosas en los medios de comunicación sobre el antifascismo, que quedaba equiparado en maldad, vileza y todas esas cosas negativas al fascismo. Bueno, en principio contrarios sí que son, porque ahí tenemos el prefijo anti-. Y si el fascismo es malo, estar en contra debería ser bueno, ¿no? Pero no hemos venido a pontificar sobre nada.

Comencemos pues. Como siempre, para saber cualquier cosa, acudimos a la RAE (nota: para saber el precio del pan a lo mejor no es buen lugar).

antifascismo

1. m. Tendencia contraria al fascismo.

Acudamos entonces al fascismo.

fascismo

Del it. fascismo.

1. m. Movimiento político y social de carácter totalitario que se desarrolló en Italia en la primera mitad del siglo XX, y que se caracterizaba por el corporativismo y la exaltación nacionalista.

2. m. Doctrina del fascismo italiano y de los movimientos políticos similares surgidos en otros países.

3. m. Actitud autoritaria y antidemocrática que socialmente se considera relacionada con el fascismo.

Parece que la primera acepción tiene que ver con Mussolini, ese señor aliado de Hitler. Eso es malo. La tercera contiene la palabra "antidemocrática", y si algo nos ha enseñado el PP es que la democracia es buena y lo contrario, no. 

Parece que el fascismo es malo. Por aquí también dice algo de eliminar al diferente, pues corrompe la sociedad.

Manifestación antifascista y por la libertad en la
Gran Vía de Madrid en 1934.

Ahondando en el asunto hemos pensando que a lo mejor los fascistas tenían algo que decir y hemos acudido a F. E., periódico publicado por Falange Española entre diciembre de 1933 y julio de 1934. En él afirman: "El fascismo tiene sus enemigos agrupados en estos tres frentes: El social-comunista, el demoliberal-masónico y el populismo católico". 

Aquí otra perla: "Elegimos para nuestra primera hoguera, la figura más noble, importante y peligrosa del heterodoxismo español antifascista, el filósofo don José Ortega y Gasset". Es decir, para esta gente Ortega y Gasset, lejano a cualquier posibilidad de comunismo, es antifascista.

Es decir, todo el mundo es antifascista, o al menos todos los que no son ellos mismos. Incluso el PP es antifascista según esto, pues lo definen graciosamente bien con ese "populismo católico".

Sigamos. Según Wikipedia, "el antifascismo es la oposición a ideologías, organizaciones, gobiernos y personas de ultraderecha o extrema derecha, es decir, contra el fascismo en cualquiera de sus vertientes: nazismo, franquismo, o fascismo propiamente dicho", y añade: "En el ámbito de los activistas políticos, el antifascismo ha servido en determinados momentos históricos de lugar de encuentro y colaboración entre organizaciones de izquierda, marxistas-leninistas, el movimiento obrero, anarquistas, y militantes de partidos liberales, democráticos y de centroderecha. Lo que unió a estos grupos fue su oposición al ejercicio de autoritarismo o represión del gobierno o formas de discriminación como la homofobia, el sexismo, el racismo y supresión de libertades".

Todo esto nos lleva a un punto curioso: parece que el antifascismo, en efecto, es oponerse al fascismo. El prefijo "anti-" no erraba.

Lo que pasa es que a lo mejor os han dicho que "Los fascistas del futuro, se llamarán a sí mismos antifascistas" y os habéis liado. Además, os habrán comentado que lo dijo Winston Churchill, un hombre orondo, y todo el mundo sabe que los hombre orondos no mienten y son graciosos. Aquí entra el asunto de la manía de citar a grandes personajes (ya tratado en otra entrada), y además el de mentir en esas citas, pues, en efecto, esa cita de Churchill es apócrifa.

Ahora bien, a lo mejor os habéis dejado llevar por los intelectuales de Internet, donde, al respecto de esto del antifascismo, hemos encontrado perlas tales como:

• "Son anti. Todo lo anti carece de significado propio". (esperamos que no tome antibióticos, pues carecen de significado propio).
• "Un antifascista es igual que un fascista: aplican la violencia para imponer sus ideas...Son la misma cosa" (claro, porque es lo mismo odiar al diferente que estar en contra del que odia al diferente. ¡AMBOS SON ODIOS MALDITASEAASÍQUEESTÁMAL!)
• "No piensan, son los revisionistas de la sociedad actual" (y luego se tomaría un carajillo para celebrar su mensaje y a la camita que por hoy ya hemos opinado).

Monumento funerario en el cementerio de
Père Lachaise en París

Pero no vayamos a pensar que esta concepción del antifascismo es igual en todo el mundo. En otros países como Francia (menudo ejemplo de mierda), tienen el antifascismo como base fundamental, levantando monumentos y enterrando con honores no solo a franceses antifascistas, sino incluso a españoles que lucharon contra el fascismo. Bien es cierto que ahora parece que se les ha olvidado, y van a votar a una tal Le Pen, pero debería avergonzarnos que esas personas tengan más reconocimiento en el extranjero que en su propio país. Pero es que incluso es recurrente la idea de que la Unión Europea se fundó sobre la base del antifascismo. Sin embargo en España asociamos el antifascismo a la maldad.

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No condeno el franquismo porque de él y no del antifranquismo –totalitario y terrorista en su mayoría–, de la paz y prosperidad legadas por el franquismo, han nacido la democracia y la monarquía constitucional que estos antifranquistas retrospectivos están echando abajo. Pío Moa, homeo-historiador.

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Aquí la prensa, con intenciones ignotas, suele ser muy benevolente con movimientos fascistas a los que citan como patriotas, mientras se refieren a los antifascistas como exaltados, violentos o terroristas. Esto no es baladí, pues cala entre la población y suelen acabar diciendo cosas como "a esa chica le pegaron por llevar una pulsera con la bandera de España". Claro.

Solo a veces, algunos medios, dicen las cosas como son: "Una marcha antirracista coincidirá en Madrid con la manifestación neonazi autorizada por el Gobierno". Manifestación neonazi. Ojalá llegase el día en que en la barra de un bar algún aireado tertuliano increpase una manifestación neonazi con la energía con la que se increpan otras manifestaciones con objetivos como proteger los derechos de los trabajadores.
Hasta entonces, tendremos manifestaciones en las que abrazarnos hasta que vuelta Hitler.

• "Antifascistas de España: Don José Ortega y Gasset", en F. E., 11 de enero de 1934. Madrid.

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