#CharlieHebdo Humor y religiĆ³n

Charb, director y uno de los fallecidos
de la revista Charlie Hebdo
Hoy interrumpimos nuestras publicaciones habituales para rendir un sentido homenaje a las vƭctimas del atentado ocurrido esta maƱana en las oficinas de Charlie Hebdo en Parƭs.

Probablemente pocas personas habrĆ”n contribuido de forma tan decisiva a la sociedad como los humoristas en cualquiera de sus vertientes: grĆ”fica, comediante, literaria... No entenderĆ­amos la historia del siglo XX sin personajes tan comprometidos como Charles Chaplin o, en el caso de EspaƱa, Gila; y, ¿quĆ© serĆ­a del humor sin obras como "La vida de Brian" de los Monty Python? Sin embargo, a menudo estas personas han visto peligrar su integridad, y en ocasiones, como la que hemos vivido hoy, han llegado a perder la vida.

Como a los redactores y dibujantes de Charlie Hebdo, tambiĆ©n a nosotros la religiĆ³n nos ha servido de fuente de inspiraciĆ³n en esta nuestra bĆŗsqueda de historias absurdas: ya nos reĆ­mos de la historia de JesĆŗs y la higuera fulminada por no dar frutos, y nos costĆ³ alguna que otra crĆ­tica en las redes sociales, nos burlamos de cĆ³mo una plaga de langostas fue llevada a los tribunales y condenada a excomuniĆ³n en EspaƱa, de cultos extraƱos como los cultos cargo, la Iglesia Palmariana o la maradoniana... Entendemos que mucha gente pueda sentirse herida por estas burlas, pero tambiĆ©n que otras muchas personas se sientan heridas cuando nos burlamos de pueblos, tradiciones, hechos histĆ³ricos, personajes, equipos de fĆŗtbol... pero lo primero que hemos de comprender es que el humor no es destructivo, probablemente el sentido del humor sea el mayor ejercicio de libertad y democracia, pues, como muchos han recordado hoy: todas las formas de totalitarismo siempre han temido al humor, y, como dijo Alfonso UssĆ­a "donde no hay sentido del humor, hay dogma". Por ello, actos como los que hoy hemos vivido no podrĆ”n acabar con la obra de miles de artistas del humor, ni con lo que sea que hagamos nosotros. 
Os seguiremos recordando hechos tan absurdos de la historia de las religiones como la Puerta Dorada de JerusalĆ©n, tapiada por los musulmanes por orden de SolimĆ”n el MagnĆ­fico en el siglo XVI para evitar la entrada del mesĆ­as judĆ­o. Recordaremos a los musulmanes que queman crucifijos y persiguen cristianos que segĆŗn sus propias escrituras serĆ” Jesucristo uno de los dos jueces en su Juicio Final o seƱalaremos aquellas cosas graciosas de los libros sagrados o de las tradiciones religiosas como la fecha exacta de la creaciĆ³n de la Tierra (sĆ”bado 22 de octubre de 4004 a. C.) o los genocidios cometidos por la divinidad en su nombre mismo, asĆ­ como todo aquello que creamos que puede resultar gracioso para nuestro pĆŗblico. Nuestra religiĆ³n nos empuja a todo eso, y nos ayuda en nuestro objetivo, no como al Dalai Lama, a quien parece que su religiĆ³n no le ayuda a expulsar a los chinos de TĆ­bet.

De Philip DeFranco @PhillyD


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