Cuando la cienciología se infiltró en el gobierno de Estados Unidos

¡Por fin una conspiración real! THIS IS NOT HOMEOHISTORIA, THIS IS REAL. No hay aliens, no hay reptilianos... lo que hay es religión, en concreto, la Cienciología. Estábamos escuchando el último podcast de nuestros amigos de Vuelo180 cuando han comentado un asunto muy estrambótico sobre esta gente de extraña religión, así que hemos decidido buscarlo y ampliar información en nuestro blog.
Como la historia es tan loca y da para risa sin necesidad de aderezo humorístico la hemos dejado casi limpia de polvo y paja. Ale, adelante.

L. Ron Hubbard, creador de la Cienciología

Pero antes de empezar: ¿qué es la Cienciología? ¿Rollos de placentas, gente rica excéntrica y Tom Cruise? Uf, esta entrada va a ser dura...
L. Ron Hubbard empezó como escritor de ciencia ficción, y de hecho publicó en revistas como Astounding Science Fiction, donde también publicaban autores como Isaac Asimov, Robert Heinlein o Frederik Pohl. Fue en esa etapa cuando empezó a publicar en ese tipo de revistas artículos sobre «dianética», una pseudociencia que había intentado colar en revistas científicas (que le dijeron que nanai) y que fue duramente atacada por escritores de ciencia ficción como el propio Asimov o Jack Williamson, quien le dedicó estas palabras: [es] «una revisión lunática de la psicología freudiana».   

Iglesia de la Cienciología en Los Ángeles, California

Su vida da para varias películas, e incluye un grupo paramilitar de cienciólogos, una expedición en barco muy loca, y muchas cosas bonitas. Tras ser declarado fraude en Francia por la justicia, llegó 1983, cuando fue declarado co-conspirador de la operación Snow White (Blancanieves). Y así llegamos a la historia que queremos contar.

Al gobierno de Estados Unidos le da igual que tú quieras tragarte las milongas de un loco que dice que un dictador de la Confederación Galáctica llamado Xenu trajo a unos seres al planeta-prisión Tierra hace 75 millones de años y que de esos seres salimos los humanos (sí, eso creen en la Iglesia de la Cienciología), pero no le da igual que toqueteen sus archivos.


Hubbard explicando lo de Xenu

Por no hablar de que la mayor parte de sus miembros no conocen la religión al completo, sino que solo los que están en los escalones de arriba de la jerarquía (de un total de ocho niveles) pueden conocer «la verdad». Nota: para llegar al nivel 3 hacen falta unos 8000$, y se estima que para subir a la cima hacen falta unos 200000$. Se estima que solo el 10% de los miembros han llegado al nivel 3 [¿y por qué conocemos el rollo este de Xenu?: historia de la filtración].
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Pero antes de seguir... algunos hechos y datos para contextualizar la cienciología:
  • Los cienciólogos dicen que hay 8 millones de creyentes en el mundo, pero los informes oficiales más fiables dejan la cifra en 40000.
  • En Alemania los cienciólogos son una «secta anticonstitucional"; en Francia son calificados de secta y grupo peligroso; en Bélgica también se la trata como organización peligrosa; también está prohibida en Rusia; en Suiza no se andan con medias tintas y la califican de «comercial», no «religiosa», así que la meten como empresa; sí es considerada religión en Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Nueva Zelanda, Portugal, España (desde 2007) y Australia, entre otros. El caso de Australia es interesante, ya que en un juicio se dictaminó que «La charlatanería es un precio necesario de la libertad religiosa, y si un autoproclamado profesor persuade a otros a creer en una religión que él propone, la falta de sinceridad o integridad por su parte no es incompatible con el carácter religioso de las creencias, prácticas y ejercicios aceptados por sus seguidores». 
  • Como tantas religiones, su posición sobre la homosexualidad es que es una enfermedad, una perversión, y que se puede curar con sus terapias. El hijo menor de Hubbard, Quentin, era homosexual (el hijo mayor, Ron, había huido de la cienciología y de su padre en 1959). Intentó suicidarse en 1974, su padre lo metió en un grupo de castigo de la secta. Dos años después, Quentin se suicidó. Cuando su padre se enteró, dijo «¡Ese estúpido chico de mierda! ¡Miren lo que me hizo!»
  • El escritor de ciencia ficción y colega de Hubbard, Lloyd Arthur Eshbach, afirma en su autobiografía que Hubbard le dijo en 1949: «Me gustaría comenzar una religión. ¡Ahí es donde está el dinero!». Otros colegas también afirman haberle escuchado decir expresiones similares. Theodore Sturgeon y Harlan Ellison dijeron que oyeron las mismas palabras. En 1946 tuvo un encuentro parecido con el editor Sam Merwin, y este dijo más tarde: «Siempre supe que estaba extremadamente ansioso por obtener grandes sumas de dinero; solía decir que pensaba que la mejor manera de hacerlo sería comenzar un culto». A Sam Moskowitz le dijo: «No te vuelvas rico escribiendo ciencia ficción. Si quieres hacerte rico, comienzas una religión». O todo el mundo le odiaba, o el hombre estaba obsesionado con crear un culto para hacer pasta (spoiler: creó un culto e hizo pasta).
  • Hubbard hizo un dinero con este tinglado: en 1958 el Departamento de Justicia de EEUU señaló en un informe que las actividades de la secta estaban enfocadas principalmente a hacer dinero, y que L. Ron Hubbard se había embolsado 108000 $ en cuatro años (unos 600000 de hoy); pagaban su coche y el alquiler de propiedades que Hubbard les alquilaba; también pagaban un sueldo a su hija Kay (y no había muestra alguna de que esta prestase servicio alguno a la organización). Para el año 2012, tres (de al menos veinte) entidades de la Cienciología disponían en total de 1.503.163.225$, lo que no está mal para una entidad sin ánimo de lucro.
  • Cienciología vs. Wikipedia: Wikipedia detectó que las ediciones de los artículos relativos a la Cienciología eran... sospechosos. Así que Comité de Arbitraje de la Wikipedia en inglés (sí, existe) restringió IPs asociadas a cienciólogos, y también a algunos anti-cienciólogos. Más info: Church of Scientology editing on Wikipedia.
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Volvamos al gobierno de Estados Unidos, que en los años 70 se dio cuenta de que... le estaban robando datos.

En los años 60 Hubbard elaboró un plan para infiltrarse en el aparato gubernamental. Sus seguidores conseguirían trabajos como secretarios, guardaespaldas, etc., e irían extendiendo sus redes.

La operación se dirigió desde la Guardian's Office (hoy denominado Office of Special Affairs), organismo creado por Hubbard en 1966 para guardar los intereses de su secta (por cierto, la Commodore Staff Guardian, es decir, la que mandaba en ese organismo, era Mary Sue Hubbard, a la sazón, esposa de Ron Hubbard).


En 1973 comenzó el juego. Se infiltraron en organizaciones gubernamentales a lo largo del mundo, pero sobre todo de EEUU. ¿Objetivo? Buscar documentos sobre la cienciología y Ron Hubbard, y copiarlos, eliminarlos o corregir los «errores» (a posteriori, ya en juicio, la versión sería que los seguidores de Hubbard malinterpretaron sus órdenes, que él no quería eso, que era buena gente, que solo pasaba por allí).

Algunas instituciones en las que se colaron (de un total de 136): el Departamento de Justicia de EEUU, la DEA, el servicio de inteligencia de la Guardia Costera, el Instituto de Salud Mental Nacional (porque no ser tragaban su pseudociencia), la Asociación Médica Americana, el Internal Revenue Service (oficina del Departamento del Tesoro encargada de los ingresos; en adelante IRS), etc.

Entre otras cosas, consiguieron colar un micrófono en una reunión de la IRS que trataría la exención de impuestos (maravillas de ser una religión) de la Cienciología. En la primavera de 1975 Mary Sue Hubbard ordenó «usar cualquier método a nuestra disposición» para quedar exentos de impuestos. Para ello, se infiltraron en el Departamento de Justicia, copiaron archivos y los enviaron a su central para que los estudiasen de cara a los litigios con el Estado. Para disimular, robaron también archivos de la Iglesia de la Unificación y la Universidad Bob Jones. Además, duplicaron las llaves de la oficina del Fiscal Federal Adjunto Nathan Dodell para robar documentos.


Una vez dentro no se conformaron con borrar y editar, sino que también añadieron, como ocurrió con la Operation Cat (septiembre de 1975), con la que querían reírse de los servicios de inteligencia «plantando» información falsa sobre un gato que daría una conferencia de prensa y algunas cosas más. La idea era desvelar esos archivos posteriormente para desacreditar a los servicios secretos.

Pero... ¿quién les paró los pies? Johnson, el bibliotecario nocturno de la biblioteca de la United States Courthouse. Dos miembros de la Guardian's Office habían con anterioridad utilizado la biblioteca para colarse a través de ella en el despacho del Fiscal Federal Adjunto Nathan Dodell, pero ese día se encontraban copiando documentos del Departamento de Policía de Columbia y de la Administración de Alimentación y Medicamentos cuando un bibliotecario les preguntó se habían identificado al entrar en la biblioteca. No lo habían hecho, así que los echó y les dijo que volvieran cuando tuvieran permiso del bibliotecario de día.



La fe.

El bibliotecario avisó al fiscal de que dos hombres habían fotocopiado algunas cosas, y después se pusieron en contacto con el FBI. El FBI les dijo que les avisasen si volvían a verlos. Efectivamente, ahí que volvieron los dos cienciólogos. Esta vez el plan era robar archivos personales del fiscal Dodell para intentar que lo destituyeran, pero ahí estaba Johnson. El bibliotecario los retuvo y llamó al FBI. ¿Queréis saber lo mejor? Los dos cienciólogos les contaron una milonga (omitiendo la parte de la Cienciología) y, tras veinte minutos de interrogatorio, les dejaron irse.

Sin embargo, el FBI les investigó, y días más tarde los detuvieron por «uso y posesión de un pase oficial falsificado de los Estados Unidos». Y comenzaron a tirar de la manta. El mes siguiente el FBI envió 156 agentes a sedes de la Cienciología por todo el país y requisaron 16 toneladas de documentos y cosas varias.


El 6 de diciembre de 1979 la Operación Snow White llegó a su fin tras cinco años de operaciones y conspiraciones. 11 miembros de alto rango de la Cienciología, incluyendo a Mary Sue Hubbard, fueron enviados a prisión por cinco años. Ron Hubbard, señalado como «co-conspirador no acusado», se ocultó el resto de su vida. En Canadá también comenzó una investigación de las actividades cienciológicas a raíz de la Operación Snow White.


Y lo que contamos es la punta del iceberg. Más de 136 agencias intervenidas, de más de 30 países, con hasta 5000 agentes encubiertos... Lo raro es que fuesen solo 11 a la cárcel.

Manifestación en 2008 en Reino Unido en el contexto del Proyecto Chanology
(fuente: Martin Poulter)

Si quieres bichear por las trastadas de los cienciólogos, existe una lista de operaciones de la Guardian's Office, y una página con todas las controversias de esta buena gente. Además, existe una web encargada de desmantelar las mentiras de esta gente, Operation Clambake, que irónicamente opera bajo la dirección xenu.net. Si quieres aprender más de los inventos y trastadas de la Cienciología (que incluyen operativos de reeducación, explotación laboral e infantil, trata de humanos...), echa un ojo al documental Going Clear: Scientology and the Prison of Belief, en Netflix.


Referencias:
  • ANTHONY MARRO, «Stolen Documents Reported Found In F.B.I. Raids on Scientologists», en The New York Times, 10 de julio de 1977.
  • STEPHEN LABATON, «Scientologists Granted Tax Exemption», en The New York Times, 14 de octubre de 1993.
  • HUGH B. URBAN, «Fair Game: Secrecy, Security and the Church of Scientology in Cold War America». Journal of the American Academy of Religion. Oxford University Press, 2006.

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