Balas para John Wayne
Es conocido por muchos que ser alguien famoso, sobre todo si eres actor, puede granjearte grandes simpatÃas pero también grandes odios. Habrá hordas de fans queriendo un hijo tuyo, y también multitudes que te odiarán tan profundamente que no dudarÃan en enviarte alguna carta llena de insultos, no irán al cine a ver tus pelÃculas e intentarán difamarte entre sus amigos para hacerte boicot.
Pero si la persona que más te odia en el mundo se llama Iósef Stalin, entonces se puede decir que tienes un problema. Aunque para el actor en cuestión no lo fue, por que se libró (al más puro estilo Hollywood) de los tres intentos de asesinato que sufrió.
Este actor no es otro que el famoso cowboy americano por excelencia, John Wayne.
El problema entre actor y lÃder supremo comenzó a finales de los años 40. Acabada la II Guerra Mundial, los antes amigos de conveniencia, Estados Unidos y la URSS comenzaron su ‘no guerra’, que significó en la práctica un ‘vamos a luchar en todas las guerras del mundo pero indirectamente, que no se note’. Y esos 50 años siguientes hoy en dÃa se conocen bajo el tÃtulo de Guerra FrÃa.
Pues bien en estos primeros años, la guerra y los ánimos estaban muy caldeados. Los americanos veÃan comunistas en todas las esquinas del paÃs, asà que el senador McCarthy comenzó su famosa ‘caza de brujas’ para eliminar cualquier atisbo de socialismo, comunismo y todo aquello que fuera sospechoso de acabar en ‘-ismo’.
Entre sus apoyos más conocidos estaba Wayne, un americano de pro. Casado, padre de familia, anticomunista, republicano, amante de las armas y patriota. Para muchos paisanos era el sÃmbolo de la América perfecta.
Este alarde de barras y estrellas llegó a los oÃdos de Stalin a través de sus múltiples informantes, ya fueran espÃas o simples soviéticos de vacaciones. Y la idea de matar al sÃmbolo empezó a revolotear en su mente.
En 1949 dio orden a su mano derecha, Lavrenti Beria (el jefe del servicio secreto ruso) para enviar a un par de agentes con el encargo de matar a John Wayne.
Y asà se presentaron poco después en el despacho del propio actor en Hollywood, haciéndose pasar por agentes del FBI. La jugada salió mal porque los americanos se enteraron y frustraron el plan.
Pero a pesar de ello, la idea ya habÃa calado en el subconsciente del comunista medio. Y matar a John Wayne se convirtió en una misión especial que todos querÃan lograr.
El siguiente intento se produjo en 1953 durante el rodaje en México de la pelÃcula Hondo. Allà un grupo de comunistas americanos intentaron llevar a lo ‘hondo’ al actor pero también fracasaron.
El último intento fue en Vietnam, esta vez a manos de los chinos. Un francotirador intentó acabar con su vida, pero también falló.
Que se sepa hasta ahora son los únicos tres intentos, pero quién sabe si hubo más.
El propio Wayne no habló de ello hasta los años 70 en una entrevista y hasta entonces fue más una leyenda de Hollywood que una realidad.
Por cierto, ironÃas del destino los que finalmente consiguieron acabar con el actor fueron los propios americanos. Y es que en 1956 durante el rodaje de El conquistador de Mongolia fueron a rodar algunas escenas a un desierto de Utah. Allà el ejército americano se habÃa dedicado a hacer pruebas radiactivas, pero según los especialistas la zona no era peligrosa para la salud.
Apenas unos años después casi todo el equipo tenÃa cáncer, entre ellos, el propio Wayne que también fumaba grandes cantidades de tabaco. Y aunque pudo superar el primero, la segunda vez no hubo suerte y falleció finalmente en 1979.
- Carlos Joric (2012): Las siete vidas de John Wayne. Historia y Vida, 533, 70-77.
- Michael Munn (2005): John Wayne, the man behind the myth.
Alba Cillero @owenlblack, licenciada en Humanidades por la Universidad de La Rioja y máster en formación del profesorado en GeografÃa e Historia. Escritora bajo el pseudónimo de Owen L. Black. Su blog: www.owenlblack.com
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