¿Periodización de la Historia? La relatividad del ser

La escena transcurre plácidamente en una cantina universitaria, o quizá es un bar cualquiera. Es irrelevante. Dos personas hablan, elijan sexo, color de pelo y preferencias futbolísticas a placer. También pueden dotarlos de otros gustos: juegos de rol, lectura de novelas de fantasía y una cierta tendencia a la epicidad. Estos últimos aspectos no son aleatorios: estamos ante dos estudiantes de Historia.

La conversación es amena hasta que deriva en uno de los puntos clave (y, al mismo tiempo, banales) de la Historia: ¿dónde empieza y termina este periodo? Parece algo extraño, pero las sonrisas se ensucian y las palabras se afilan cuidadosamente hasta que la yema del dedo se corta con sólo rozarlas.

Pero... ¿de qué narices estamos hablando? Veamos, la periodización de la Historia es algo que aprendemos desde muy pequeños, y resulta más o menos así:



Como podemos ver, la cosa está más o menos clara: Edad Antigua: 6000 a. C. - 476 d. C. Edad Media: 476-1492. Edad Moderna: 1492-1789. Edad Contemporánea: 1789-Actualidad.
¡Un momento! Hay líneas raras y detalles extraños. Analicemos el asunto...
La Historia empieza en el 6000 a. C. según el gráfico. En fin, cosas del creador del mismo. Eliminemos ese detalle de la mente y vayamos hacia el primer convencionalismo: la Historia empieza con la escritura (3000 aprox.).
SÍ, HEMOS IGNORADO LA PREHISTORIA. ¿PASA ALGO?
Mirad esa papada. Es hipnótica.
Entonces llegamos al siguiente bache: el fin de la Antigüedad, y aquí empieza nuestro artículo (después de todo el SPAM, hemos llegado). Decir "aquí se acaba la Edad Antigua" es un disparate del tamaño del ego de George Lucas. La típica broma que se suele soltar es: «Claro, un buen día un campesino se acostó en el 476 y al levantarse dijo "Bueno, pues ya estamos en el medievo». No es un chiste muy currado, pero escenifica lo que venimos a decir.
La Historia no son reyes, batallas y hechos puntuales, aunque sean importantes, son procesos complejos, multicausales y que se extienden a lo largo del tiempo. Si el feudalismo es la clave de la Edad Media, este no aparece de la noche a la mañana, sino que se desarrolla desde elementos como los colonos del Bajo Imperio romano y la huida de las ciudades de los patricios a sus refugios campestres. Entre otras cosas como la llegada del cristianismo, las influencias de los pueblos extranjeros, etc. etc. etc. Tampoco la llegada de los pueblos llamados bárbaros supone el FIN de la vida como se conocía. ¿Cómo se come que un Imperio formado por tribus de costumbres tan distintas como las bretonas o las sirias de repente caiga ÚNICA y EXCLUSIVAMENTE por la llegada de los bárbaros tras el cruce del Danubio y la batalla de Adrianópolis (378 d. C.)? Bueno, ciertamente las estructuras gubernamentales se resintieron y hubo problemas migratorios, y no podemos ignorar la presión en las fronteras. Pero no es el puñetero fin del mundo. Las migraciones han existido siempre, y ahora en Europa, por ejemplo, nos quieren vender en algunos medios que está pasando lo mismo que con Roma y los bárbaros [Not racist].
Comparar ambos procesos ya es de una gravedad histórica importante, pero como ejercicio de onanismo a nosotros nos vale. Aunque con moderación, como el vino.
Así que... multicausalidad. Procesos y no hechos. ¿Supuso la deposición de Rómulo Augústulo, el último emperador, el fin de la Antigüedad? Pues claro que no.
Si damos una zancada llegamos a otro pequeño detalle, una línea díscola en el año 1453. ¡El fin del Imperio Bizantino! (¡Malditos turcos, han destruido Turquía!)
¡Camarero! Perdone, tenemos un bizantinista en la sala.
¿Qué significa esa línea? ¡Pero si la Edad Media acaba en 1492! Bueno, según a quién preguntemos. Existen acalorados debates sobre si la caída de Constantinopla o el Descubrimiento son quienes asesinan al malherido medioevo. Constantinopla sería el símbolo de la antigüedad (continuadora, en parte, de la esencia romana) que, finalmente, desaparece. América es el símbolo de un nuevo mundo, de una nueva situación social, política, geográfica, económica y demográfica.
[Como dato curioso: realizamos una encuesta en Twitter con la pregunta de cuándo acababa la Edad Media, y el resultado, con 170 votos, fue 49% para 1453 y 51% para 1492. Para que veamos la percepción que existe por ahí del tema].
Joder, qué difícil es esto de la Historia.
La fecha final no tiene discusión. Desde Francia, con amor (y pólvora y un reguero de muertos en los campos de Europa) nos llegó La Révolution. Se extendieron los Derechos, las constituciones, los nacionalismos, se crearon Estados ex novo y otros que llevaban tiempo dando tumbos se independizaron.
La Revolución Francesa, por sí misma, merece ser esa bisagra que cierra y abre edades no por ser un hecho aislado, sino por transformarse en un proceso complejo y que se extiende por el globo al completo y por el tiempo, generando las réplicas de las revoluciones de los 20, 30 y 48. Y ya siguen coleando hasta el siglo XX.

Vaya pájara nos hemos montado.
El punto es que no hay punto. Que no podemos dejarnos llevar por hechos puntuales ni comprender la Historia como compartimentos estancos que se comunican a duras penas. No podemos pensar en un medievo con vasallos desde el minuto 0 hasta el momento final (por ejemplo, miremos a Rusia o Japón, donde unos regímenes similares a los feudales, relaciones feudo-vasalláticas incluidas, resistieron hasta el siglo XIX. En Rusia convivió el pistoletazo de salida de la Revolución Industrial con los señores feudales de toda la vida y una servidumbre abolida en 1861).
SIN EMBARGO, bien es cierto que es cómodo y necesario el marcar ciertos límites, aunque sólo sea para facilitar el manejo de la Historia de cara a su estudio y difusión, y para la enseñanza en las escuelas e institutos. Bastante cacao se hacen ya los zagales...
Además, también debemos señalar que sí es cierto que ciertos elementos son intrínsecos a ciertos periodos. Estaría feo hablar de constituciones en el siglo VI d. C. como las entendemos hoy, o insertar el concepto de libertad en la época de William Wallace, por ejemplo. Oh, Wait.

¿Periodización? Sí, es necesaria. Pero ojo cuidao.

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6 comentarios:

  1. La verdad es que todo es relativo. Las periodizaciones son necesarias ya que se basan en puntos de referencias en el pasado. Pero no dejan de ser unas categorías que usamos para ordenar la información que tenemos. Obviamente un habitante del 1492 no era consciente ni de que vivía en la Edad Media e iba a pasar a la Edad Moderna. Igualmente una entrada muy interesante que me animo a difundir. Un saludo.

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    1. ¡Hola!
      Exacto, todo es relativo. Por eso queríamos dejar claro al final que son necesarias.
      Queríamos escribir una entrada de cara a aquellas personas no especializadas en Historia, para que comprendiesen mejor esta maravilla que es la Historia :D
      ¡Muchas gracias por tu comentario!

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  2. En mi opinión que es lo que termina la edad media ? Hay dos elementos altamente ligados , la imprenta y el renacimiento . Eso que llaman descubrimiento de America , fue un atropeyo realizado con el mejor estilo medieval y no se puede decir que haya tenido en España una consecuencia que saque a ese imperio de los parámetros medievales , muy por el contrario los agravó anacrónicamente . Como símbolo creo que la edad moderna empieza con la primera impresión de la Divina comedia ; o con la construcción de la cúpula de Brunelleschi . Esos puntos de inflexión en que surge un hombre nuevo.
    saludos
    Edgardo Gatto

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Para mí la Edad Contemporanea debería empezar con la Declaración de Independencia de EE.UU. en 1776: Ahí se decía que todos los hombres nacen iguales y poseen ciertos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad y que los gobiernos pueden gobernar sólo con el consentimiento de los gobernados....

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  5. Y todo eso desde la óptica occidental. Ahora ponte a periodizar a los Indios (de la India obviously), Los árabes moviéndose por medio mundo, la Historia hebrea, más Chinos, Coreanos, Japoneses y todo el fantástico mundo de Extremo Oriente. No es una cuestión baladí.
    Gran artículo!

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