Juan Jesús Botí Hernández

Nacimiento: 22 de julio de 1991.

Estudios: graduado en Historia por la Universidad de Murcia, máster en formación del profesorado por la Universidad Miguel Hernández y doctorando en Historia Antigua por la Universidad de Murcia. Conoce de cerca el absurdo, pues ha convivido con él durante su estancia estudiantil en la Universitá degli Studi di Catania (Sicilia). Habla italiano e inglés en la intimidad, a un nivel que varía según el grado de cachondeo del momento. Fue editor en Panta Rei. Revista digital de ciencia y didáctica de la Historia durante cuatro años (2014-2018).

En Ad Absurdum: es uno de nuestros principales social media lo que sea, que lo mismo te hace un meme con Photoshop cutre que se marca un tuitazo, responsable de los temas de teoría y filosofía de la Historia, y punta de lanza de nuestro equipo, el que siempre apunta más alto al mear. En la radio es el outsider que da el follón, interrumpe y se ríe de forma exagerada (en serio, se ríe así siempre).

Temas preferidos: fanático de la historia antigua, en especial de países donde los hombres tenían cabeza de perro (según Heródoto), pero no le preguntéis por Qin Shi Huang, que le cae gordo. Le pirra la metahistoria, que es la manera que él tiene de llamar a todo lo que se inventa cuando habla de historia.

Otras pasiones: sin lugar a dudas, su principal afición es la literatura de ciencia ficción y fantasía, tanto leerla como escribirla, y es que Juanje es autor de varios relatos reconocidos en distintos certámenes, y autor de la novela Cómo pilotar una nave espacial y de la colección de relatos Escatología de andar por casa. Escribe sobre estos temas en la revista Windumanoth. También le encantan los hámsters (sin relación aparente con la ciencia ficción), el chocolate en todas sus formas (lo que excluye esa aberración mal llamada chocolate blanco) y los paréntesis (no, nosotros tampoco lo entendemos).

Odia: la piña, el chocolate blanco y a Patinir.

¿Dónde encontrar a Juanje?

2 comentarios:

  1. Ahora a este zagal no le gusta el chocolate blanco... Madre mía, ¿donde vamos a parar?

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    1. Pero si es que... ¡gastar cacao en esas cosas! No puede ser, no puede ser :S

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