Prohibido mirar a mi novia
Ginés Granados, junto al primer coche de Mazarrón, de su propiedad. Fuente: puertodemazarron1900.es |
Así ocurría en Mazarrón, un pequeño pueblo del litoral murciano, a finales del siglo XIX, con Ginés Granados al frente del consistorio. Granados ya había protagonizado algunos escándalos y había promovido alguna que otra excentricidad, pero probablemente ninguna tan ridícula como el bando que promulgó para "salvaguardar" a su novia de las miradas de otros hombres en los días de verano. Dicho bando fue publicado con fecha del 20 de agosto de 1892, y rezaba así: "Queda prohibido bañarse a los hombres solteros desde las once de la mañana a la una de la tarde […], los casados podrán bañarse a las horas expresadas, siempre que lo hagan acompañados de sus respectivas esposas. También queda prohibido permanecer en las casetas o barracas de baños con las puertas abiertas durante las horas citadas, así como pasar por delante de dichas barracas."
Casualidad o no, lo cierto es que esas horas citadas eran las que su amada dedicaba al baño, y aquellas casetas, en las que ella se cambiaba. Pero en Ad Absurdum preferimos darle la vuelta a la historia y no entenderlo como un acto de machismo, desconfianza o abuso de poder, y preferimos entenderlo como un acto de amor verdadero...
- GUILLÉN RIQUELME, M. C. (2006): Crónica ilustrada de Mazarrón, Mazarrón, pág. 183.
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