Cereales Kellogg's y masturbación: un binomio inseparable
John Harvey Kellogg |
En un tiempo en que la masturbación era un pecado, y cada
orgasmo hacía temblar los más firmes pilares de la moral, el pseudo-médico John
Harvey Kellogg, de profundas convicciones puritanas, defendía que la sociedad
estadounidense estaba corrompida y depravada, y que este hecho era fruto de la
lujuria, y más concretamente de la masturbación, a la que se entregaban sus compatriotas:
“Ni
las plagas, ni la guerra, ni la viruela, ni enfermedades similares han
producido resultados tan desastrosos para la Humanidad como el pernicioso
hábito del onanismo”.
Kellogg creyó entender que el origen de estas “perniciosas
prácticas” se hallaba en la dieta de sus contemporáneos, rica en grasas y
dulces y acompañada de alcohol y tabaco. De forma que desarrolló, junto a su
hermano William, unos cereales ligeros e insípidos que, según su creador, regularían los pensamientos de los seres
humanos para volverlos más castos e incorruptibles, eliminando de su mente toda
perversión sexual y cualquier inclinación violenta. De esta manera nacieron los
archiconocidos “corn flakes” y la
Corn Flake Company (posteriormente Kellogg Company).
Este
Kellogg…
John Harvey Kellogg (1852-1943) fue un empresario y “médico”
(por entonces no se requería ningún título para ejercer la medicina) que,
además de ser un activista en contra de la masturbación, era también un fiel
defensor de la circuncisión sin anestesia (creía que el dolor acabaría con las
ganas de tocarse el pene), la amputación del clítoris (para evitar el disfrute
sexual de las mujeres y evitar así su lujuria), el vegetarianismo y la vida
espiritual; y totalmente contrario a los métodos anticonceptivos, al tabaco y
el alcohol. Y, como hay que predicar con el ejemplo, confesó no haber mantenido
relaciones sexuales con su mujer en 40 años. Llegaron a criar a más de cuarenta
hijos, pero ninguno de ellos era biológico, todos fueron adoptados.
Si Kellogg consiguió o no su objetivo teniendo en cuenta el
éxito de su producto es algo que dejo a su libre interpretación…
BIBLIOGRAFÍA
- KELLOGG, J. H. (1877): Plain Facts About Sexual Life
- NUMBERS, R. L. (2003): "Sex, science, and salvation: The sexual advice of Ellen G. White and John Harvey Kellogg", en Right living: An Anglo-American tradition of Self-Help medicine and hygiene, ed. Charles Rosenberg
- SCHWARZ, R. W. (2006): John Harvey Kellogg: Pioneering health reformer, ed. Review and Herald.
Me recuerda al capítulo de los Simpsons en el que adoran al "líder" e intentan minar la moral de Homer con copos de avena bajos en calorías. GENIAL!!!
ResponderEliminarjajajaja, algo así, supongo que la filosofía era la misma
Eliminar¡Interesante!
ResponderEliminar