Muertes absurdas 8: Kenneth Pinyan

La historia que os traemos hoy es la historia de una pasión de tal calibre, que produjo la muerte de su protagonista. Si eres una persona sensible, te pedimos que no sigas leyendo, si por el contrario quieres descubrir de lo que es capaz de hacer el ser humano con su sexualidad, te invitamos a acercarte a esta historia, pero no demasiado, no te vaya a hacer daño.
El romance del que os hablamos tiene dos protagonistas: por una parte el estadounidense Kenneth Pinyan, nacido en 1960, ingeniero de la empresa aeroespacial Boeing. Y por otra parte, su fogoso amante, del que desconocemos su nombre, tan solo conocemos algunos datos como que era mĆ”s joven, tenĆ­a el pelo largo y era de mĆ”s altura que su amado. Sus encuentros se producĆ­an al anochecer en una granja cercana al puesto de trabajo de Kenneth, eran apasionados hasta un punto inimaginable... Pero algo se interponĆ­a entre ellos. 
No eran dos familias enfrentadas, tampoco la diferencia de edad era un problema, ni siquiera la homosexualidad... el problema era que el amante de Kenneth era un caballo.
Efectivamente, nuestro protagonista tenĆ­a una afición poco usual: la zoofilia. Muchas noches acudĆ­a a una granja cerca de su empresa para ofrecer su ano al enorme pene de un semental. Los encuentros sexuales eran grabados por amigos de Kenneth, aunque usando el seudónimo "Mr. Hands" para su distribución entre otros aficionados a la zoofilia. AĆŗn hoy resulta realmente fĆ”cil encontrar vĆ­deos de este hombre llevando a cabo sus prĆ”cticas. De hecho, nos hemos autocensurado al no incluir tales escenas, pero si sientes curiosidad o tienes la misma afición que nuestro amigo, podrĆ”s verlo tecleando en Google: 2 Guys 1 Horse. SĆ­, imitando ese otro vĆ­deo del que no queremos acordarnos.
El caso es que una noche de 2005 algo salió realmente mal cuando el equino amante embistió con mĆ”s fuerza de la habitual. A la maƱana siguiente Mr. Hands sufrĆ­a unos fuertes dolores abdominales. El dolor era realmente insufrible, pero la vergüenza le impedĆ­a acudir a un mĆ©dico. MĆ”s le habrĆ­a convenido acudir al hospital a pesar de la vergüenza, porque los casi sesenta centĆ­metros de pene del animal le habĆ­an destrozado por dentro. Tres dĆ­as despuĆ©s, Kenneth (y con Ć©l Mr. Hands) murió a causa de una peritonitis.
A penas dos años después se publicó el documental "Zoo", que cuenta la historia de este trÔgico romance.
Esta historia nos enseña muchas cosas: que por muy "normal" que parezca tu vecino, por la noche puede tener una vida de lo mÔs "extraordinaria"; que la próxima vez que te montes en un avión pensarÔs en el ingeniero que lo hizo y desearÔs que el pene de su caballo sea menor que el que acabó con Kenneth; y que para protagonizar una película, a veces tiene mÔs efecto acostarte con un caballo que con el director.

5 comentarios:

  1. Como me cague de risa por como le dejo el qlo rotoJAJSSJQJ

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  2. La selección del mÔs apto de Darwin siempre funciona, supongo que en su próximo vida tendrÔ la posibilidad de renacer en una yegua...

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  3. Yo vi el video, altos traumas me lleve jajaja

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